El primer efecto de la crisis en el transporte público lo comenzaron a padecer los usuarios: la cámara empresaria local confirmó que ya rige una reducción de los servicios. En concreto, esto significa que entre un ómnibus y otro, los pasajeros deben esperar más tiempo en las paradas.
Pese a los problemas de abastecimiento, garantizan la circulación de ómnibusJorge Berretta, vicepresidente de Aetat, confirmó que la medida se instrumenta fuera de los horarios pico y estimó que, de siete minutos, el tiempo de espera entre un coche y otro pasó a unos 10 minutos. "Se redujeron las frecuencias en pos de racionalizar el combustible por la reducción de cupos y por el valor, ya que lo liberó a los precios mayoristas. Hacemos esto para garantizar el servicio. La reducción es de un 15% y dentro de los horarios no picos", aclaró.
Habrá menos ómnibus en las calles tucumanas si falta el combustibleEn el medio de la crisis del sector, la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (Fatap) envió la semana pasada una crítica nota al presidente, Mauricio Macri. En el texto plantean que los empresarios, trabajadores y usuarios del interior son abandonados y discriminados por la Nación, y denuncian una asignación discrecional de los subsidios nacionales.
"En reiteradas ocasiones hemos expresado nuestro más enérgico rechazo a que se imparta gestión sectorial como si hubiese dos países coexistiendo. Por un lado, están quienes viven y trabajan dentro del AMBA, que ante cualquier reclamo o llamado de atención gozan de atención inmediata y privilegiada por parte del Gobierno nacional; y por otro lado están quienes han sido librados a alguna suerte que lamentablemente no llega", sostiene el texto firmado, entre otros, por el tucumano Daniel Orell, presidente de Fatap.
"Nuestros usuarios no pueden seguir abonando tarifas que casi duplican a las vigentes en el AMBA; es injusto y sus economías no resisten más aumentos", plantearon.
Luego, recordaron que mientras en el interior hubo servicios paralizados y la Nación no intervino, en el área metropolitana de Buenos Aires "ante la sola mención de supresión de servicios nocturnos" se desembolsaron $ 325 millones.
Finalmente, en la nota exigieron a la Nación que lo recaudado por el Impuesto a los combustibles "vuelva a tener justicia y equidad distributiva", y que se incorporen otras partidas para sortear la emergencia del sector.